PROTEJE A TU EQUIPO DE LAS FALSAS URGENCIAS
Recientemente, en una charla con el nuevo Director de Diseño de una destacada empresa de TI, surgió una interesante reflexión. Su predecesor le había advertido que, para aspirar a su cargo, debía acostumbrarse al olor del “pelo quemado”, ya que su rol era similar al de un bombero, apagando incendios diarios en la empresa. Sin embargo, nuestro cliente y nuevo líder, tiene una visión diferente: se niega a permitir que su equipo opere en un estado de emergencia constante, rechazando la nociva “Falsa Urgencia” que deteriora la moral, el bienestar y el rendimiento del equipo.
¿Qué es la Falsa Urgencia? Esta se manifiesta cuando no se distingue lo urgente de lo importante, cuando falla la delegación eficiente y la comunicación clara y realista. Estos elementos son cruciales para la productividad y son esenciales para fomentar equipos empoderados y eficientes, mejorando la calidad de vida y el bienestar laboral.
Si tú o tu equipo se sienten constantemente abrumados, relegando el “trabajo real” a tardes o fines de semana, es probable que estén atrapados en una espiral de Falsas Urgencias.
¿Cómo enfrentar las Falsas Urgencias? Aquí te presento algunos pasos clave para combatirlas:
1. Establecer Plazos Realistas: Evita los plazos y metas inalcanzables, suelen ser desmotivadores e irrealizables de hacer. Divide las tareas grandes y complejas en partes manejables con tiempos factibles. Sino vas a llegar a plazo, es mejor colocarse colorado y decirlo una vez, que estar sufriendo y colocarse verde varias veces.
2. Evalúa la Urgencia y Comunica con Claridad: Cuestiona si una tarea es verdaderamente urgente y comunica con transparencia las necesidades reales y sus propósitos. A veces creemos que algo es urgente porque lo pidió un director o un cliente importante, pero recuerda que normalmente no es tan así.
3. Prioriza con Sentido Común: Ayuda a tu equipo a diferenciar entre lo que requiere atención inmediata y lo que puede esperar. A veces, hacer menos significa lograr más, es decir, a veces restar trabajo y suspender tareas de bajo impacto, es la mejor manera de aumentar la productividad en el trabajo que realmente importa.
4. Transmite Calma: Tu actitud como líder marca la pauta en el equipo. Mantén la calma y entrega los lineamientos y prioridades sobre las tareas que son alcanzables.
5. Protege a tu Equipo de Solicitudes Externas Innecesarias: Filtra las solicitudes de poco valor y establece prioridades del equipo. Recuerda que, si todo se etiqueta como urgente, nada lo es realmente.
6. Capacita y Reconoce a tu Equipo: Asegúrate que todos en el equipo tengan las habilidades necesarias para progresar. Al término de una verdadera urgencia, se deben reforzar los puntos fuertes y corregir fallas del proceso. Por otro lado, reconocer los logros del equipo, afianza su autoconfianza en superar los desafíos futuros. Recuerda que ellos son los “bomberos” que vas a necesitar para apagar el próximo incendio.
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